lunes, 23 de abril de 2012

( ... )Siempre me faltó una noche más a tu lado. El tiempo nunca me alcanzó
para que te sientas acompañado, las horas nunca pasaron tan rápido,
los cielos nunca fueron tan azulados. Fuiste un beso, una caricia, palabra, guía.
Quise que me abraces para protegerme, quise guardarte para que nada malo te pase.
Siempre hablé de mas, siempre te conté chistes que no daban risa. 
Nunca supe cómo empezar. Pero valió la pena, todo valió la pena.
Y a la noche las estrellas se estremecen por no tenerte,
y a la noche guardo lo más hermoso de vos, dentro de la caja de mi corazón mojado.


Las palabras nunca alcanzaron, siempre me sentí extraña en la vuelta a casa.
Siempre la melancolía encontró su lugar en el fondo de las heridas.
Siempre me perdí antes de llegar.


Pero una mano extraña se movió como saludando
y un rostro que tenía en la memoria de algún lado lejano se acercó un domingo
de cerveza envenenada, de fuerte sol y palabras intensas.
Y desde ese día nunca nada volvió a ser igual. Fuiste y sos la potencia
de mi mano al golpear, fuiste y sos la potencia de mi mano al crear.











Plorencia Rabiosa .