martes, 27 de septiembre de 2011

He hecho el trabajo de un mártir
y hasta intenté librarte de tu dolor!


Es inevitable para mí, amarte.


Te amo. Te recuerdo
desde el día en que te conocí,
desde el día en que te perdí,
desde el día en que mis brazos
dejaron de rodearte.


Hasta que el viento se aquiete
o el fuego deje de quemarme...


Así fue y será desde que me dejaste crecer a tu lado
así fue y será hasta el día en que muera...


Hasta que sepa aprovechar la vida,
hasta que la muerte deje de dar pena.