Pienso en cosas que se cuelan de la realidad y caen en el humo de lo utópico.
Navego entre faldas aromáticas que voltean mi ser y con su éxtasis me hacen humano,
Si escribo es porque a veces no creo lo que siento y peor aun no siento lo que creo;
Hacia la negativa absorción que me arrastra lo cotidiano, tengo cara de idiota.
Pierdo esencia, mi temor a si seré o no seré quema las neuronas de mi talento
Y acaba día a día con la juventud de mis ojos.
¿Nunca seré feliz? o por lo menos cuando dejare de mirar el techo llorando sin lágrimas:
A la verdad que si un suicidio es estúpido como dicen algunos, que será aguantar tanta incertidumbre, es mejor caerse y levantase que falsear y quedar siempre en un hilo.
Visite el baúl de mis recuerdos y descubrí que mi vacío es de antaño, entre tantas bicis,
Me rehúso a pensar que no sé querer y me convenzo a mí mismo que la culpable es mi propia melancolía.
Ya me aborrezco de tan solo pensar en mi vejez, pues si de joven no sé vivir como tal,
Que clase de monstruo seré cuando tenga la muerte tan cerca de mí.