domingo, 25 de marzo de 2012

Hubo un tiempo 
en el que podía respirar vida de ti
Uno a uno
Tus pálidos dedos empezaron a moverse
Y toque tu cara
y se borró toda la vida
Sonreíste como un ángel.

Hemos sido esclavos de este amor
desde el momento que nos tocamos
Y seguimos suplicando más 
de esta resurrección.

Besaste mis labios
con las, ahora cálidas, yemas de tus dedos
me alcanzaste
y te perdiste completamente. 

Hemos sido esclavos de este amor
desde el momento que nos tocamos
Y seguimos suplicando más 
de esta resurrección...