miércoles, 7 de marzo de 2012


"Tampoco puedes presumir que tengan
los dioses sus moradas sacrosantas
en una de las partes de este mundo:
porque ellos   son sustancias tan sutiles,
que el sentido no puede percibirlas,
ni el espíritu apenas comprenderlas:
si escapan al contacto de las manos,
no deben tocar ellos ningún cuerpo
que podamos tocar, porque no puede
tocar el que de suyo es intangible:
luego muy diferentes de las nuestras
deben ser sus moradas, tan sutiles
como sus cuerpos [ ... ]"


Lucrecio Caro.
"De la naturaleza de las cosas" ( 1968 ).