viernes, 16 de marzo de 2012

Recorra con su boca mis piernas entintadas/como la música recorre las almas enamoradas/con caricias de sonidos./Haga de mi garganta un mar de fluidos/y entrégueme el elixir de su cuerpo./Devore de noche mi delator corazón, porque de día viajo lejos.../Ahogue mis pechos con su lengua al amanecer,/enrédela entre los dedos de mis pies/y aduéñese otra vez/de mis tontas escrituras./Orgasmos le pertenecen. Muñecas, tobillos, ataduras…/¡Bese mis latidos, muerda las estrellas que mi noche contempla!/Escupa mis pieles y mi interior,/ya transitados por hombres del ayer.../Ay! Entrégueme, entrégueme.../Présteme su corazón y me desharé de su ropa sin piedad.../El placer, el placer que evoca este humo, que eleva el libido, que me hace mujer, yace ya, dentro de mí./Cuente mis lunares/ como cuenta sus días para olvidar.../Ciérreme los ojos bajo cuerpos celestiales./Aplaque mi orgullo con caricias y mate mi temor;/Acomode su cuerpo en el mío:/ Su bello cuerpo que suspira desnudo, su bello cuerpo que habla con el mío/sin lenguaje de palabras, la dialéctica de espaldas.../Golpéeme con el manjar de su sexo,/ manipule mi cuerpo./Y por la mañana encadene mis piernas,/ pero le ruego,/¡Deje en paz mi corazón!/Plagios literarios, plagios musicales,/amoríos de una noche, mesage in a bottle. Y lo deseo, a usted lo deseo,/ cuando lo miro, cuando lo pierdo./Lo deseo, pero caigo y tropiezo./Lo siento cerca, lo siento dentro,/a veces fuera, a veces lejos./Hiérame, y prometo no olvidarlo, no dejarlo./No lo olvidare, no lo dejare.